miércoles, 15 de agosto de 2012

Un discurso para PENSAR en serio

Más allá de las diferencias que uno pueda tener con respecto a las ideas políticas de Mujica, este discurso merece ser escuchado y meditado. Los dejo con estas grandes palabras:


Espero que sea un disparador de reflexión y que haya muchos presidentes que empiecen a gobernar EN SERIO.-

domingo, 12 de agosto de 2012

Reflexiones filosóficas


La carta VII de Platón

La Política fue una de las actividades más realizadas por Platón, al contrario de lo que uno pueda imaginarse. Para nuestro filósofo, toda la actividad filosófica tenía como objetivo volcar ideas hacia la Política, es decir, enriquecer a la Polis, a la Patria, a fin de que crezca, se fortalezca y todos en ella puedan vivir felices. De hecho, la última obra filosófica de Platón fue “Las Leyes”, la cual es una reflexión más madura de las ideas expuestas en su obra más célebre, “La república”. Estas dos obras son aplicaciones práctico-políticas de sus reflexiones filosóficas. Este hombre no era simplemente un filósofo, era un hombre preocupado por buscar el bien de su Polis. Ahora, compartamos un interesante pasaje de su carta VII, donde nos habla de la Polis en aquellos tiempos:

“…tanto la letra de las leyes como las costumbres se iban corrompiendo hasta tal punto que yo, que al principio estaba lleno de un gran entusiasmo para trabajar en actividades públicas, al dirigir la mirada a la situación y ver que todo iba a la deriva por todas partes, acabé por marearme… al final llegué a comprender que todos los Estados actuales están mal gobernados… Ésta es la manera de ver las cosas que yo tenía cuando llegué por primera vez a Italia y a Sicilia. En aquella ocasión no me gustó en absoluto la clase de vida allí considerada feliz, saturada de banquetes, atracándose de comida dos veces al día y nunca solos por la noche, más todo lo que acompaña a este género de vida. Con tales costumbres no hay hombre bajo el cielo que, viviendo esta clase de vida desde su niñez, pueda llegar a ser sensato, ni siquiera podría ser prudente, y, desde luego, lo mismo podría decirse de las otras virtudes. Y ninguna ciudad podría mantenerse tranquila bajo las leyes, cualesquiera que sean, con hombres convencidos de que deben dilapidar todos sus bienes en excesos y que crean que deben permanecer totalmente inactivos en todo lo que no sean banquetes, bebidas o esfuerzos en busca de placeres amorosos. Forzosamente, tales ciudades nunca dejarán de cambiar de régimen entre tiranías, oligarquías y democracias, y los que mandan en ellas ni soportarán siquiera oír el nombre de un régimen político justo…”
Es escalofriante el parecido de situaciones que podemos observar, a tal punto de decir que poco ha cambiado la situación que tanto mareaba a Platón. Veamos algunas cosas para reflexionar:
1.      “tanto la letra de las leyes como las costumbres se iban corrompiendo”: aquí observamos cómo a pesar de tener “leyes que buscan justicia”, la justicia no llega. Se había corrompido la “letra y las costumbres (ética)” de manera tal que no era posible la Ley. Estaban en un “estado tirano” donde obtenía “justicia” el que mejor “hablaba”. Y hoy en día ¿por qué decimos que las leyes están hechas para los ladrones? Creo que es por el mismo motivo: todo el mundo hace lo que prohíbe la ley sin ningún cargo de conciencia y a la hora de aplicar esta ley, le buscamos “la 5ª pata al gato” para “zafar” de la situación de manera inocente: y en los empleos públicos ¡ni que hablar! Siempre aparecen en casa materiales que estaban en el lugar del trabajo. La corrupción política que vivimos empieza desde abajo y es una muestra de la corrupción general que se vive socialmente. Todos quieren manotear para sí mismo, todos quieren enriquecerse sin trabajar y sin esforzarse: así el Estado nunca mejorará, como dice y enseña Platón.
2.      “no me gustó en absoluto la clase de vida allí considerada feliz, saturada de banquetes, atracándose de comida dos veces al día y nunca solos por la noche”: punto clave y esencial: los excesos de la “vida privada”, terminaban privando de justicia al resto de la sociedad. Hoy en día muchos dicen que no importa su “vida privada” mientras haga bien las “cosas públicas”. Pero esto ni a mí ni a Platón convencen. ¿Cómo puede hacer justica alguien “saturado” de excesos, que viven en orgías y en busca de placeres? No hace falta demostrar que los placeres físicos nunca tienen fin y si nos entregamos a ellos terminan gobernándonos. ¿Qué ejemplo de justicia puede ser alguien que “dilapida todos sus bienes en excesos” y llega un género de vida plagado de abusos? Como sigue diciendo Platón, “con tales costumbres no hay hombre bajo el cielo que pueda llegar a ser sensato, ni siquiera podría ser prudente”. Pensemos en lo que ocurre con nuestra clase política: en cuatro años triplican fortunas (me puedo quedar corto). ¿Acaso es magia o son recursos de la Sociedad que terminan en sus manos? ¿Cómo puede marchar el país de esta manera si todos los ciudadanos imitan a sus representantes en esta actitud perversa? ¿Qué Polis vamos a heredar, si todos quieren imitar estas costumbres que tienen sus gobernantes? Yo les digo: un ciudad SAQUEADA, donde el otro no importa, sólo importa que “yo me salve” y saque mi porción.
“Cuanto más se honra en una ciudad a la riqueza y a los hombres ricos, menos se estima la virtud y a los hombres buenos…” (Platón, La República) ¿Qué tiene que pasarnos para entender esta gran verdad? Ojalá que nosotros, al igual que Platón, seamos artífices del cambio, donde los ideales de Bien, Justicia y Honor nos inspiren más que “amontonar papeles” en un banco. “Los que mandan en ellas ni soportarán siquiera oír el nombre de un régimen político justo…” Ya sabemos lo que ocurre cuando alguien quiere alzar la voz en nombre de la Justicia: estos tipos terminan haciéndole la Guerra hasta querer aniquilarlo.-